Sobre «La Educación Prohibida»

Sobre «La Educación Prohibida»


Docentes del Instituto Superior del Profesorado opinan sobre la propuesta del documental. La propuesta de la película se viene difundiendo a través de proyecciones en instituciones educativas y tiene una muy buena recepción entre los jóvenes.

Por Mario Manera. – “La educación prohibida” es una película documental que se viene difundiendo por canales no tradicionales como la proyección en institutos y universidades o directamente desde una computadora ya que es de fácil acceso a través de internet (www.educacionprohibida.com). 
El objetivo de los autores del proyecto es el de recuperar muchas reflexiones críticas sobre la educación, explorar sus ideas y hacer visibles aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional. Para ello realizaron más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; además de concretar un recorrido por ocho países de iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a “La educación prohibida” en un fenómeno. 
Luego de su estreno y en virtud de la amplificación que facilita internet al proyecto, que es totalmente independiente, alcanzó una magnitud inédita que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas prácticas y saberes respecto de la educación.
En virtud de los alcances y la complejidad de una temática, tan abarcadora como la educacional, abordamos la misma desde la perspectiva de un ámbito neurálgico en la producción de saberes, es decir, a partir de la experiencia y la mirada de docentes de nuestro Instituto Superior del Profesorado de Rafaela (ISP2). Por ello convocamos a Fabiana Oggero, María Cecilia Bustos y Silvana Orlandini (especialistas en Ciencias de la Educación) y Juan Carlos Ceja (director del ISP2 y docente de la carrera de Historia), quienes opinaron y expresaron sus impresiones sobre el abordaje que se realiza a través del film. 

PRIMERA IMPRESION
Como la película tiene larga duración (2 horas 25 minutos) y contiene muchos testimonios el primer interrogante se refiere a lo que deja el texto fílmico como sensación luego del primer contacto, que efectos tiene en esa mirada inicial. Al respecto expresaron lo siguiente:
“Me resultó demasiado larga y, además, entre tantos relatos repetitivos se iba perdiendo el relato ficcional que creo debía ser el hilo conductor de la película” (Oggero).
 “La primera vez que escuché el nombre del documental, me sonó algo determinista, pensando especialmente en relación al vocablo «prohibida». Luego me dispuse a mirarla, y sentí que si bien no era tema nuevo, era interesante de masificar, difundir las propuestas pedagógicas alternativas pero que no agotaba el análisis posible que podría realizarse en relación a la educación. Sentía que quedaban preguntas sin hacer, creencias sin cuestionar, que había que seguir pensando sobre ello…” (Bustos).
“Después de verla sentí satisfacción por el hecho de que se realice una producción que analice, indague y proponga alternativas con respecto a la educación. Me pareció muy interesante la pluralidad de testimonios que se presentaron, para darnos cuenta lo parecida que es la situación de los países latinoamericanos. También fue muy importante la idea de difundirla en forma gratuita, de alentar a la reproducción de la misma en diferentes ámbitos” (Orlandini).
“Sentí que una catarata de discursos ya conocidos se me venía encima y al pasar el tiempo el grado de saturación y de crítica inconducente me fue desactivando y poniendo de mal humor. Al final pude entender el éxito de la propuesta en el mundo juvenil, pero no pude dejar de pensar en los muchos profesionales de la educación que se maravillan ante algo que supuestamente no puede ser novedad en el ambiente. Al respecto tampoco pude dejar de pensar que para bien o para mal somos vírgenes una sola vez en la vida. Y recordé, también, cómo la docencia argentina en tiempos idos se brotó ante «La sociedad de los poetas muertos» (1989) y arrastró al cine a los estudiantes para admirar un discurso extranjero hegemónico. Nos entretuvimos en una propuesta educativa alternativa sin comprender que el tipo escuela-educación de referencia no tenía ninguna posibilidad de ser acoplado o extrapolado aunque sea en parte a nuestra realidad” (Ceja).

¿LO BUENO? 
Consultados sobre los aspectos rescatables de la propuesta, aquellos elementos que son válidos como para fortalecer dentro del ámbito educativo y pueden potenciarse como aspectos positivos. Dijeron lo siguiente:
“Creo que se intentan presentar y promocionar las diversas experiencias educativas que se vienen desarrollando tanto en España como en distintos países latinoamericanos (en especial, las escuelas experimentales de nuestro país como Las Lengas, La Bahía, La Cecilia), las cuales son modelos alternativos y, en algunos casos, superadores del modelo tradicional y academicista. Considero que lo hacen con el fin de promover e incentivar un cambio en la escuela actual. Pero debemos considerar también que estas experiencias experimentales se realizan en escuelas chicas (con 1 ó 2 divisiones por curso/año) y con no más de 20 ó 24 alumnos por aula, lo cual asegura múltiples logros educativos” (Oggero).
“Rescato que lo que en el film se cuestiona no es ajeno a nuestras prácticas escolares actuales, que se nutren de creencias sedimentadas desde las sociedades disciplinarias. Es cierto que hay mucho aún de prácticas pedagógicas autoritarias, de metodologías que se preocupan más por el control que por el aprendizaje responsable, modos de concebir al conocimiento de manera ahistórica y neutral, dificultades para dar lugar a lo nuevo, a que circule la palabra y los diversos modos de ser de quienes conforman las instituciones educativas. Las propuestas de educación alternativas son interesantes, cumplen quizás el papel de “testigos” de que otras prácticas pedagógicas son posibles (Bustos).
“Destaco la intención de generar un cambio educativo que responda a las demandas de la sociedad actual, de alumnos del siglo XXI, que tienda a una escolaridad más ligada a la naturaleza, a la alegría por el aprender, a la búsqueda, a la exploración por el interés de aprender… Rescato estas ideas porque quizás a través de la flexibilización de tiempos y espacios se podrían lograr aprendizajes más ricos cualitativamente, más significativos, de aquellos que no se olvidan. Quizás un replanteo de la educación y de la escuela tal como la conocemos nos acercaría más a nuestros alumnos, de manera de conocer sus intereses y potenciar sus capacidades. Sería posible también que estas experiencias alternativas sean preventivas de las enfermedades típicas de la carrera docente y que los alumnos encuentren un espacio donde expresarse, canalizar sus ideas, sus potencialidades y permanezcan en la escuela por placer” (Orlandini).
“La película está bien estructurada y resulta interesante el amplio abanico de personajes que fueron convocados para que con su discurso dieran legitimidad a la propuesta. Muchos de los disertantes son referentes valiosos en el campo de la educación y la cultura en general” (Ceja).

¿LO MALO?
Es válido precisar y aportar, desde un ambiente específico involucrado con la temática que nos convoca, una mirada crítica sobre aspectos o planteamientos que se abordan en la película con los cuales no existen puntos de concordancia. En ese sentido los aportes fueron los siguientes: 
“Las diversas experiencias que presenta la película, según mi parecer, responden todas a un único modelo que es lo que se denomina como “Pedagogía Libertaria”. Todas las teorías pedagógicas tienen aspectos positivos y negativos, de lo contrario, el problema de la educación ya estaría solucionado. Lo que no me gustó es la caricaturización, ridiculización y exageración con la que presentan a los docentes, mostrándolos como personas rígidas, autoritarias, severas, de mal carácter, etc. Y a los alumnos, se los muestra permanentemente vigilados y prohibiéndoles opinar, participar y pensar. Además, en ambos casos se generaliza, es decir, como si todos los docentes y alumnos fueran de ese modo” (Oggero).
“No coincido con cierta mirada reduccionista de la problemática abordada. La crítica conduce a la invisibilidad de otras dimensiones que constituyen la multiplicidad y complejidad características de estas prácticas. Así, hubiera sido interesante que se pudiera reflexionar en relación a ¿cómo las políticas públicas atraviesan, posibilitan y configuran estas prácticas educativas? ¿Desde qué posturas epistemológicas, filosóficas, políticas, desde qué ideologías estamos posicionándonos para revisar la educación en nuestras escuelas, en nuestro país? ¿Qué nuevos sentidos podemos construir en relación a ello, desde nuestra cultura local y latinoamericana? ¿Por qué en nuestra vida cotidiana tendemos a reproducir ciertos modos de estar y de hacer en lo escolar, qué otras cuestiones reproducimos con ello? ¿Qué experiencias interesantes conviven y se crean en la escuela a pesar de convivir con otras prácticas que intentan negarlas? ¿Cuál es el potencial de la escuela pública, gratuita, laica y obligatoria? ¿Qué podemos pensar y hacer en este espacio que está llamado a ser «para todos»? Coincido en la importancia de hacer «foco» en las relaciones pedagógicas que habilitan a otro a aprender y a enseñar, al diálogo entre «lo nuevo» y «lo viejo», desde la experiencia de «ser» con otros. Pero tenemos que estar atentos que estos vínculos, están sostenidos desde creencias, ideologías, prejuicios que atraviesan y constituyen no sólo metodologías de enseñanza, sino también identidades y culturas institucionales y sociales. En relación a ello, una de las tareas que más de-mandan nuestro trabajo, en especial en la formación docente, quizás sea el contribuir a visibilizarnos, que nuestras prácticas pedagógicas cotidianas son, constituyen y posibilitan prácticas políticas” (Bustos).
“Creo que si bien la película es un disparador, una propuesta de cambio educativo,  esta debe estar pensada, planificada, y no dejar librado todo a la improvisación, ya que la educación de una sociedad requiere marcos necesarios para la convivencia y el logro de los objetivos propuestos. Tampoco debemos caer en la idea de borrar con todo lo anterior, ya que mucho de lo hecho es digno de revisarse. Por otra parte como defensora de la educación pública sostengo que debemos apoyarla, sostenerla y mejorarla, no con ataques, sino con convicción, con preparación, sabiendo que para muchos, aún hoy es la llave a una mejor calidad de vida” (Orlandini).
“No estoy seguro de poder trasladar (en sentido conjetural) al ámbito de formación al que pertenezco muchos de los supuestos y estrategias a los que se aluden en la película, creo que para ser profesor de historia hay exigencias académicas que no pueden ser obviadas, no veo muchas alternativas frente al tiempo, el esfuerzo y estudio constante que se requieren para ser un profesional socialmente responsable. Tal vez debería volver a ver la película pero por ahora no tengo ganas, de todas maneras arriesgo que es de temer. La crítica es tan abrumadora, sin que mucho de lo que se dice deje de ser cierto, que por ese camino, y sin dejar de decir que la queremos y valoramos, estamos propiciando el derrumbe final de la escuela pública. Excepto que, por el sesgo de lo alternativo y por miopía ideológica, estemos caminando hacia enclaves “liberadores y creativos” decididamente sectarios. Me parece que no todos los envoltorios brillosos y coloridos traen siempre los mejores regalos” (Ceja).

¿ALGO MAS?
La complejidad aborrece la simplificación. La problemática que involucra a la educación ofrece una variada alternativa de aristas para el análisis pormenorizado, minucioso. Por ello apelamos a nuestros entrevistados para conocer su postura, su mensaje como cierre de este abordaje plagado de sensaciones:
“Para criticar una realidad hay que mostrar todas las variables que entran en juego y, cuando hablamos de educación y, en especial, de la escuela, no se pueden obviar los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales que la atraviesan y que pueden constituirse en factores que favorecen u obstaculizan su accionar. Y, este documental no muestra la complejidad de la realidad educativa. Además no me gustan los títulos negativos como “Educación Prohibida”, creo que debió llamarse: “Entre todos: podemos hacerlo” o “El cambio está en tus manos” (Oggero). 
“Más allá de los acuerdos y críticas, es interesante que la difusión del documental haya generado instancias de diálogo, de cuestionamientos, de reflexión…que a la vez interpela nuestro hacer” (Bustos).
“Me pareció excelente que se inicie este debate acerca del tema educativo, ya que luego del estreno y la proyección en distintos lugares se encendió la discusión y el cruce de diversos puntos de vista. Es interesante que los jóvenes se comprometan con este tipo de temáticas, en un contexto donde priman otros intereses y “pasatiempos” es muy valioso su aporte y su participación (Orlandini).
“Me gustaría que los jóvenes, entre tantas películas posibles, vean «La deuda interna» (Argentina), «El violín» (Méjico), y «¡Arriba hazaña!» (España). (Ceja).
Hay finales y finales. En educación no existen, cada generación toma la posta y la entrega a la siguiente generando un proceso que atraviesa períodos de calma y otros más convulsionados. Es necesario seguir con este proceso de reflexión para lograr una mayor calidad educativa y una escuela que nos haga dejar y nos deje huellas, que nos trascienda y nos contenga. Es una tarea de todos los agentes involucrados. Por eso, para nosotros aquí no termina la película, queda impresa en nuestra conciencia la consigna: continuará…

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